miércoles, 24 de noviembre de 2010

Salvia

A mi alrededor los imanes dejan de atraer metales,
como un mundo paralelo.
y las palabras escritas, como siempre,
son el único refugio verdadero.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Tengo un diario

Escribo y escribo para no volver a leer.
Cada vez que mi vista me hace una mala pasada
y la curiosidad hacia mí misma se asoma,
termino arrancando, rompiendo y arrojando a la basura páginas y mas páginas,
todas ellas escritas, por supuesto.
El miedo a recordar comienza conmigo misma
y termina con el silencio hacia los que me rodean.
Injusto ocultarme fervientemente
ante aquel que no lo merece, lo sé.
Es entonces cuando agradezco a esos seres vivos
que nadan en el océano
y conocen lo suficiente para tenerle confianza;
no ignoran su profundidad, pero tampoco le temen.
No puede existir un mar deshabitado.
¿Puede existir un diario sin páginas?
Ya no sé si tengo un diario...

martes, 9 de noviembre de 2010

No subestimes ese poder.

"Energía, chispa y pensamiento creador. Cantaleta hablada, idea realizada"
Carolina.

"Mas fastidiosa que una piedra en el zapato, la mejor amiga que siempre está a tu lado"
Carlos.

"Artística y profunda aunque a veces no lo parezca debajo de esa personalidad hiperquinética que tanto amo"
Danny.

"Explosión creativa que aturde y encanta"
Aby

"Sensibilidad que aveces te mata pero te fortalece"
Nessa.

"Es una ironía que una persona a la que la vida le ha dado tantos golpes, aún siga guardando tanta dulzura en su corazón"
Vanessita.

"Ella es el mar en turbulencia por su exuberante color y su calma que inunda la voz de una niña que camina sobre el agua. Allí donde nace el movimiento de su nombre, y en la energía de un astro que amanece, le da una sonrisa pintada de arte"
Claudia

"De aquellos con esa manera tan única de ver el mundo. De todos los corazones el mas puro".
David.

Que satisfacción tan grande que tus seres queridos puedan verte mas allá de la superficie. ¡Qué poderoso resulta un buen aforismo!

lunes, 25 de octubre de 2010

Pintor moderno.













Otórguenles pinturas, pincel y un cuadro en blanco. Ellos hacen el resto. Ellos crean.

domingo, 24 de octubre de 2010

No somos los únicos.

En un mundo que te apresa con cadenas invisibles, puedes observar su rostro bajo el sol. Una vez fue hermoso, pero ya no lo recuerdas, la cotidianidad lo afeó. Estás cansado de lo mismo. La escuchas de vez en cuando llamándote entre lágrimas producto de un discusión previa ¿Qué sensación te produce? Hastío, sin duda alguna. Ella argumenta sin parar mientras tu sólo extrañas el silencio ¿Es que no piensa entenderlo? Se lo has explicado de todas las formas posibles, más ella sigue sin comprender.

Te hace sentir enclaustrado ¿Cuánto tiempo podrás seguir soportándola? Muy poco, por el camino que van.

No sabes en qué momento comenzó a ser tan fácil para ti dejarla a la deriva. De lo único que estás absolutamente convencido es que ella se lo ganó...

Existe una distancia inmensa que no puedes remover, como un escudo impenetrable entre ustedes que cada día se torna mas inaccesible. ¿Cuánto resistirás? Ya no importa, simplemente deseas que pare.

viernes, 22 de octubre de 2010

Luna llena.

Esta noche hay una llena. Ninguna superstición, para quien lo haya pensado. Es sólo un hecho veraz, contundente, real, cierto. Brilla esplendorosamente en la oscuridad nocturna. Mi agenda ya lo había anunciado, pero de igual manera me tomó por sorpresa. Ya hubo algunas consecuencias, espero que hayan sido suficientes.

Me hace recordar, anhelar más. Por supuesto, todo lo inalcanzable, aquello alejado de mi entendimiento.

No es sabiduría, eso sería pedir demasiado. Es en cambio, una visión, una pequeña contemplación. Una petición confusa, nadie la entenderá. Eso me hace sonreír aliviada y volverme para seguir observándola.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Gritos mudos.

Hoy me engañé. Lo mismo ocurrió ayer, anteayer y quizás incluso antes. Me levanté con una sonrisa, ese era mi regalo para un mundo al que realmente no le interesa lo que tenga dibujado en mi rostro. Continué caminando con un letrero que tenía una verdad escrita, pero que taché para que nadie pudiera leerla.

¿A todos nos gusta aislarnos o acaso soy sólo yo? Hablo tanto, siempre demás, y así mismo, callo todo lo que realmente importa. "¿Por qué esperas hasta el último momento para demostrar que hay algo agobiándote?" La respuesta que doy es el silencio, pero la verdadera, es el miedo.

Hay señales y detalles fluorescentes en cada frase, conmigo no hay nada directo, para mí esa palabra no existe en la práctica del intercambio humano. Soy como el mar, puedes ver mucho con una sola mirada, apreciarlo, inspirarte e incluso amarlo; pero para conocerlo tienes que profundizar y aún así, siempre esconde algún misterio.

Los fantasmas que solían aterrarme están intentando perseguirme nuevamente, ahora me siento más fuerte, sin embargo, el temor sigue allí, incrementándose cada vez que los siento acechándome. Sólo que ahora no hay nadie en el sendero, o aún peor, no quiero pedir ayuda, no necesito dar más de lo debido como ha ocurrido en otras oportunidades, no necesito ataques al corazón en mis momentos de debilidad, no necesito venganzas ajenas en mi contra.

Lo que realmente necesito es que me ESCUCHEN, dejar esta costumbre enfermiza de GRITAR intensamente cuando únicamente hay SORDOS a mi al rededor. ¿Podrían engañarme? Ya no me importa que finjan, me cansé de esperar hasta que sea verdad, ya me estoy quedando ronca, atragantada.

¿Sería diferente si mi voz alcanzara un tono más alto? Sé que no, nada tiene que ver con mi manera de hablar. Soy invisible en el preciso instante en que necesito una mirada analizadora, y aquellos que logran observarme son casualmente los que no ven detrás de la superficie... ¡Peor! me convierto en muda cuando estoy muriendo por dentro, cuando verdaderamente tengo algo que decir. ¿Cómo pueden exigirme confianza, implorar que me comunique, si al mismo tiempo cubren sus orejas descaradamente?.

Lo siento, mi conclusión es simple: yo no me aíslo, son ustedes los que me apartan. Antes mentí, solo diré lo que me quema la boca expresar cuando un alma sincera aparezca dispuesta a entender, o todavía más sencillo, a escuchar honestamente. Por ahora, dejaré de restarme importancia a mí misma.