domingo, 28 de marzo de 2010

Mi entrada mas larga.

Me dejaron en altamira a la deriva. En cuanto me aseguré de que el carro estaba lejos una lágrima amarga salió de mi ojo derecho (Lo recuerdo porque con vergüenza levanté mi mano derecha para limpiarla). Sentía que sabía lo que iba ocurrir, la intuición femenina puede resultar veraz y se intensifica cuando las señales manifiestan que las cosas no van bien. Con paso apresurado me dirigí al metro, necesitaba llegar rápido o la intriga y mis propios pensamientos me harían desplomarme en el suelo. Creí escuchar mi nombre, pero estaba absorta en mi mente y mi cuerpo se movía solo, pidiéndome irme de allí lo mas pronto posible.

Una voz familiar pronunció mi nombre (no lo había imaginado) y al voltear un rostro conocido intentó saludarme; Seguramente mi semblante me delató, pues el rostro de aquella persona se lleno de preocupación antes de que un "¿Estás bien?" escapara de sus labios. Intenté relajarme, quería calmarle, contestarle para que pudiera marcharse con tranquilidad... pero no podía... ¡No podía pronunciar palabra alguna! He leído libros en donde aquello ocurre, pero esa fue la primera vez que lo experimenté por mí misma. Con gestos corporales traté de transmitir un mensaje que dijera "Estoy bien, no te preocupes. Debo irme irme", creo que entendió porque aunque no puedo visualizar sus palabras exactas (estaba demasiado concentrada en controlar mis propios sentimientos) sé que me dijo algo parecido a "¿Estás segura?", y yo asentí firmemente. Dí la vuelta y comencé a caminar con paso apresurado. No puedo asegurarlo, pero tengo la sensación de que se quedó de pié, angustiado, viéndome alejarme y preguntándose si dejarme ir era lo correcto. Yo se lo agradezco, por mi propia salud mentar necesitaba llegar a mi destino. Tenía que irme sola.


En el metro había retraso, respiré profundo los primeros 20 minutos. Aún no llegaba. Era demasiado, esta vez no pude retener las lágrimas. Advertí que todas las personas miraban en dirección al sitio por el que se supone que debían llegar los próximo vagones. Yo cambié de posición y fui la única en mirar hacia el otro lado. Aquel día yo era diferente, mi mundo estaba de cabeza y yo no podía ser la misma, así me sentía. El tren llegó mientras yo reflexionaba . Entre mi tristeza ni siquiera advertí el trayecto. Cuando me bajé en chacaito a tomar el autobús, ya era demasiado tarde: Acababa de partir el que yo debía tomar. Todo continuaba saliendo mal. Tuve que esperar otros 30 minutos para comenzar el camino en otro bus. Mi ipod confabuló contra mi, llenando mi trayecto de ciertas canciones, inapropiadas ¿Quizás?... mis memorias...

Finalmente llegué. No quiero revivirlo todo a partir de ese momento...
No quería que se fuera, no quería que permaneciera a mi lado de esa manera... tan sólo quería amar, y ser amada de la misma forma. Sentí que ya no era tan simple. El dolor se apoderó de mi. Necesitaba seguir...

Siempre creí que si no se estaba bien, la solución era clara, radical, sin términos medios. Estaba decidida. Me equivoqué... Nunca llegué a considerar las emociones, ni lo potentes que pueden llegar a ser. Entre lágrimas suprimí con todas mis fuerzas el deseo de gritar, las ganas de llorar más intensamente. Aunque era mucho acumulado, lo conseguí. Nuevamente, las indecisiones ajenas me hacían daño. Lo único que anhelaba era terminar con la zozobra.


Fui capaz de consolar, tranquilicé al motivo de mi angustia. Es difícil preocuparse por ti mismo cuando la persona que amas sufre ante tus ojos por saber que te está lastimando Complicado, ¿no?. Detestaba verle afligido, pero era cierto: yo no estaba bien. Después de la oscuridad viene la luz... decidí aceptar que la gente cambia, es inevitable. Por mas que lo he intentado no puedo atenuar mi amor Odio que eso me frustre, no debería ser de esa manera Así que también sentencié lo que quería: continuar Siempre actuando como una torpe enamorada: con el corazón, ¡Jamás puedo ser sensata! Abrazarle, tenerle a mi lado ¡¿Por qué no puede importarme algo más en el mundo?! ¡¿Por qué no puede ser igual para mi?! Vivir tantas experiencias más, sin dejarlo todo atrás Ignorando que ya las cosas no son proporcionales Amarle...

Y así quedamos, conmigo aferrada. Voy a creerle de nuevo. ¡Demonios! ¡¿Por qué no puede seguir siendo sencillo?! Sabiendo que no obtendré lo mismo, enamorada. Sin embargo, feliz por el acuerdo. Será el último en darse cuenta, pero yo le seguiré sosteniendo cada vez que me necesite.

Estoy pensando en el mar... al que tanto anhelo, pero jamás podré poseer por completo. Me voy cantando la parte acústica de Short stories with tragic endings

Did you ever look, did you ever see that one person,
and the subtle way that they do these things and it hurts so much?
So much like choking down the embers of a great blaze.
It's that moment when your eyes seem to spread aspersions
and to scream confessions at the insipid sky parting clouds.
You let this one person come down in the most perfect moment.
And it breaks my heart to know the only reason you are here now is a reminder of what I'll never have...
I'll never have... I'll never...
Standing so close knowing that it kills me to breathe you in...
standing so close knowing that it kills me to breathe you in...
But this table for one has become bearable.
I now take comfort in this, and for this, I cherish you.
Did you ever look, did you ever see that one person
and the subtle way that they do these things and it hurts so much?
So much like choking down the embers of a great blaze.
It's that moment when your eyes seem to spread aspersions
and to scream confessions at the insipid sky parting clouds.
And you let this one person come down...come down...I cherish you...I cherish you.
Just say that you would do the same for me...
just say you would do the same for me...
just say you would do the same...
just say you would do the same, for me
For as much as I love Autumn,
I'm giving myself to Ashes.

2 comentarios:

Ness! dijo...

No tienes idea hasta que punto te comprendo, me duele tu dolor. Necesitamos hablar, ahora lamento mi ausencia. En cuanto regrese necesitaremos una charla larga. Te quiero.

Alicia Zapata dijo...

Sentí todo lo que escribiste, y sin querer una angustia extraña se apoderó de mí. Deseo verte, abrazarte y no decir más nada... quedarme callada, simplemente...